- Área: 80 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Norbert Tukaj
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Proveedores: Ceresit, Brolis Timber, Caparol, Jures Medis, Kerterm, Poroterm, Technonicol
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa Smelynes se encuentra en la parte norte de Vilnius, Lituania, en un antiguo barrio de casas de veraneo, cuyo espíritu aún perdura en sus alrededores. La tarea era diseñar una casa en un terreno muy limitado para una joven familia aficionada a la filosofía del minimalismo, que también inspiró la arquitectura del edificio.
Dentro de las limitaciones del terreno se incluyen su tamaño y su entorno (casas vecinas en tres límites y una carretera), cuyo desafío provocó la creación de un espacio de calidad al aire libre. Asimismo se tomó una decisión consciente de no construir una valla para no limitar el espacio física, visual o socialmente.
En una trama estrecha, se diseñó una casa pequeña, blanca y minimalista, siendo el único giro arquitectónico la terraza de madera cubierta que recorre casi toda la casa.
La casa está formada por tres partes: la terraza principal, el cobertizo del automóvil y una pasarela resguardada desde el cobertizo del automóvil, hasta la entrada y la terraza principal. La terraza, por lo tanto, actúa como un espacio de transición entre lo privado y lo público como una alternativa a una valla física. Además, teniendo en cuenta que queda un espacio limitado para el patio, una escalera al techo y una terraza en la azotea están diseñadas para crear algo de magia cotidiana para los residentes.
El tamaño de la casa se reduce a las necesidades básicas de una familia de cuatro miembros. Por lo tanto, está dividida en dos partes principales: el dormir y el vivir. La parte para dormir consta de tres dormitorios pequeños, un baño, un lavadero y un pequeño salón. Los espacios simplemente sirven a su propósito. El espacio de vida, por el contrario, es el punto focal y ocupa casi la mitad de la casa que comprende las funciones de cocinar y comer, pasar el tiempo libre, jugar y trabajar. El espacio es más alto que el resto de la casa y se abre a una terraza orientada al oeste. De esta manera, se extiende tanto visualmente como físicamente durante el verano, cuando la familia pasa la mayor parte del tiempo con la ventana abierta: el límite entre el interior y el exterior literalmente borrado.